Cuándo y cómo duchar al caballo

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¿Por qué debes duchar a tu caballo? 

¿Sabes esa sensación que tienes cuando te has bañado en el mar y no te has duchado luego con agua dulce? Imagina, además que te has vestido y te has ido a comer. Notas toda la sal pegada en tu piel y sientes una gran incomodidad.

Esta es la misma sensación que tiene el caballo después de haber realizado un ejercicio intenso. El sudor produce una espuma blanca, muy pegajosa, que está compuesta sobre todo de sodio (sal) y otros minerales.

Una vez seco, el pelo del caballo le proporciona la misma sensación que a ti la ropa frotando la sal contra tu piel.

No obstante, antes de duchar completamente a tu caballo, piensa si a ti te apetece darte una ducha fría. Si la respuesta es que no, tampoco se la des a tu caballo.

Cuando y cómo duchar al caballo
La ducha debe concentrarse en las zonas donde más suda el caballo. La zona de la silla y de la cincha es donde debes preocuparte en eliminar toda la sal que genera el sudor.

La capa de invierno y la ducha.

Duchar a tu caballo en invierno es como si tú te pusieras un abrigo de pieles, te ducharas con agua fría con él puesto y luego te quedaras a la intemperie esperando a que se seque.

En efecto, en invierno y para protegerse de las bajas temperaturas, el pelo del caballo se hace más espeso y más largo. Por tanto, cuando se moja, tarda muchísimo más en secarse que cuando el caballo viste la capa de verano.

Dejar a tu caballo mojado con bajas temperaturas le va a traer las mismas malas consecuencias que te traerían a ti si te hicieran lo mismo.

Por tanto, recuerda, si a ti no te apetece una ducha, a tu caballo tampoco.

¿Cómo se quita esa capa de sal sobre la piel del caballo en invierno?

El modo más sensato de hacerlo es esperar a que el sudor del caballo se seque. No lo dejes a la intemperie, cobíjalo en su cuadra y asegúrate de que la cama está limpia y seca. Cuando esté seco, dale un buen cepillado. Utiliza un cepillo de cerdas largas y algo duras, para que penetren bien a través de la espesa capa de invierno. Al cepillar al caballo, nunca pierdas de vista lo sensible que es su piel. ¿Recuerdas cuando se le para una mosca cómo hace temblar sus músculos para quitársela de encima? Se suave en el cepillado y hazlo siempre a favor de la línea del pelo, nunca a contrapelo.

¿Se puede duchar al caballo en invierno?

Se puede y se debe. Entre las tareas que tienes que realizar tras montar, está la de refrescar las extremidades del caballo. Esto debes hacerlo para tonificar los tendones que pueden estar un poco inflamados tras el esfuerzo.

Tras mojar con agua fresca manos y pies, desde la rodilla y el corvejón hacia abajo, escurre toda el agua que puedas. Recuerda que en invierno el caballo tardará más en secarse. Yo prefiero escurrir el exceso de agua en las extremidades con mis manos antes que con el escurridor metálico.

Ducha de manos y pies del caballo.
Tanto en invierno como en verano, después de hacer ejercicio es conveniente mojar los pies y las manos del caballo para refrescar los tendones. Después de la ducha, es necesario escurrir bien el agua.

¿Es buena el agua caliente en invierno?

En algunos lugares, ofrecen duchas de agua caliente para poder duchar al caballo en invierno.

Estas duchas de agua caliente pueden ser muy peligrosas si después de ellas no hay un lugar donde secar al caballo con luces infrarrojas.

Aunque el agua esté caliente, si el caballo no entra seco en su cuadra, se enfriará y sufrirá las consecuencias que eso significa.

Aún con la zona de secado por calor, a mí no me gustan las duchas de agua caliente. Tanto el calor del agua como el de la zona de secado, van a producir un choque térmico cuando el caballo vuelva a su cuadra. El único modo de aliviarlo es cubrirlo con una buena manta.

Cuando hace calor, tras el ejercicio, el caballo agradecerá una buena ducha refrescante.
Cuando hace calor, tras el ejercicio, el caballo agradecerá una buena ducha refrescante.

Las duchas en verano

Cuando la temperatura es agradable y el caballo ya luce su capa de verano, deberías ducharlo con abundante agua, siempre que vuelva sudado.

Pero no hay ninguna necesidad de hacerlo si el caballo no ha sudado.

Igual que la nuestra, la piel del caballo segrega una grasa que la protege de agresiones de hongos y ácaros. Cada vez que duchas a tu caballo, te llevas esa capa protectora y lo dejas temporalmente desprotegido.

Esto empeora si además de agua utilizas productos de limpieza como champús. Aunque estén especialmente formulados para caballos, además de la suciedad se van a llevar toda la protección de su piel.

A pesar de ello, sobre todo tras el invierno y con la llegada del buen tiempo, tu caballo habrá acumulado una cantidad considerable de suciedad, a pesar de los cepillados rutinarios.

Para librarlo de toda esa suciedad, puedes darle un baño profundo con champú cuando el tiempo lo permita. Intenta hacerlo cuando además, por el ejercicio realizado, la ducha esté justificada. Guarda tu champú y no vuelvas a utilizarlo hasta el fin del verano, para dejar al caballo limpio y pulcro antes de la llegada del invierno.

Como regla general, utiliza el sentido común. Antes de duchar a tu caballo ponte en su lugar y asegúrate de que realmente necesita ese baño.

Picture of Fernando González

Fernando González

Director Gerente del Centro Hípico Prado Luis

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Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Karla

    Yo saco mi caballo 4 veces por semana en todas ellas los baño antes de usarlo para que se vea limpio , debería entonces bañarlo después de sacarlo a pasear ? E shampoo es preferible usarlo poco ? Y en su lugar lavarlo con solo agua ?

    1. Xavi Barrera
      Xavi Barrera

      Muchas gracias por tu comentario, Karla.
      Todas las preguntas que me haces están contestadas en el artículo que has leído.
      Por lo que respecta al champú, úsalo lo menos posible. Recuerda que cada vez que pones champú en tu caballo le quitas los aceites naturales que protegen su piel, entre otras cosas, de enfermedades. Por tanto, usa sólo el champú cuando el nivel de suciedad sea muy alto. Otra cosa es la cola. Si quieres que tenga una cola limpia y lustrosa, el champú sólo en el pelo, está bien.
      Así que, efectivamente, como regla general usa sólo agua para duchar a tu caballo.
      Los caballos tienen una temperatura corporal un poco más alta que la nuestra. Por tanto, el contraste con el agua fría les molesta mucho más que a nosotros. Si a ti no te apetece ducharte con agua fría, a tu caballo tampoco.
      La ducha es necesaria cuando el caballo ha sudado mucho y han quedado restos de sal en su piel. Pero si no hace calor, deberías limitarte a cepillarlo bien cuando su piel esté seca. Con eso será suficiente para quitar esa molesta sal de su piel, le evitarás la tortura de una ducha fría y tu caballo lucirá limpio y lustroso si está sano. Existen en el mercado productos para aplicar después del cepillado para que la capa del caballo se vea estupenda y brillante.
      Si has salido a pasear pero el caballo no ha sudado, no necesita ninguna ducha.
      Espero, Karla, que tus dudas hayan quedado resueltas. Recuerda que, si a ti no te apetece una ducha con el agua que sale de la manguera, a tu caballo tampoco.

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