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Si pasas cualquier día por el Centro Hípico Prado Luis, verás como, llueva o haga sol, todos los caballos que viven ahí reciben a media mañana una porción de cebada germinada.
A la vista, es como si les dieran un trozo de tepe de césped, sólo que con la hierba más alta, más gruesa y más verde. Los caballos, cuando ven llegar su ración de cebada germinada, se lanzan a ella como si fuera una golosina.
Sin embargo, muy pocas personas conocen los beneficios de la cebada germinada para el caballo. Es más, por lo general desconocemos cómo funciona su sistema digestivo y cuál es la mejor alimentación para el caballo.
Grandes pulmones, estómago pequeño.
Si definiéramos al caballo como un par de pulmones con patas, no estaríamos exagerando demasiado. En efecto, el caballo precisa de dos grandes pulmones capaces de aportar dosis exageradas de oxígeno a los músculos para que éstos puedan ofrecer su máximo rendimiento en largas carreras en huida a toda velocidad.
Sin embargo, esta gran capacidad pulmonar deja poco espacio para un estómago con un volumen aproximado de unos 16 litros. Y te aseguro que esto no es mucho en relación al tamaño del caballo.
Por tanto, ese pequeño estómago implica unas necesidades y hábitos alimenticios muy característicos de un herbívoro de pradera. En consecuencia, los caballos están comiendo prácticamente de forma constante.
Es cierto que su estómago se llena con facilidad, pero también se vacía muy rápidamente y la sensación de hambre reaparece. Así que podemos decir que si un caballo no está durmiendo o huyendo, está comiendo.
Por otro lado, si bien su estómago es pequeño, el tracto intestinal del caballo es desproporcionado en comparación al primero. Lo necesita para extraer los nutrientes de la hierba y forraje que componen su dieta.
Las necesidades nutritivas de los caballos.
Como todos los animales, los caballos necesitan que su dieta les proporcione carbohidratos, de los que obtienen la energía, proteínas, para poder transformarlas en aminoácidos, minerales y vitaminas. Para llenar el depósito necesitan de esas quince horas diarias que pasan pastando.
Su tracto intestinal está diseñado para extraer todos esos nutrientes de alimentos fibrosos y celulosas. Por tanto, cualquier modificación en su dieta que altere las características de los alimentos que ingiere se traducirá en problemas. Algunos de consecuencias fatales.
No hagas ejercicio con el estómago lleno.
Estarás de acuerdo que si tu caballo tiene que pasar todos los días alrededor de quince horas comiendo pastos, te va a resultar de muy poca utilidad.
Así que para convertir al caballo en un animal doméstico que nos preste su ayuda es imprescindible cambiar sus hábitos alimenticios.
Se acabó estar todo el día comiendo.
La primera consecuencia de ese cambio es la sensación de hambre constante que sufren los caballos. Es por este motivo que cuando los caballos ven comida se lanzan a ella como si hiciera días que no prueban bocado.
Entonces, ¿cuál es la mejor alimentación para el caballo?
Sin duda la alimentación perfecta para el caballo es la que le proporciona la naturaleza, pero como hemos visto, esta no nos sirve y tenemos que cambiar su dieta por una más práctica para nosotros.
A pesar de ese cambio, los nutrientes que precisa el caballo son los mismos y en mayor cantidad cuanto más ejercicio tenga que hacer. Además, su tracto intestinal mantiene ese diseño específico para tratar mucha fibra. Elimina el forraje de la dieta de tu caballo y pronto estarás llorando su pérdida.
A nivel nutritivo, el aporte concentrado de energía, proteína y fibra lo proporcionan los cereales. Sobre todo, maíz, avena, cebada y subproductos del trigo. El aporte extra de proteínas proviene de la harina de soja, de linaza, semillas de colza y granos de destilería. Todo ello, bien machacado y mezclado, se conoce con el nombre de pienso compuesto.
Esta mezcla, sobre todo los cereales, cubrirá todas las necesidades de carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales. Pero si te cargas el forraje, tu caballo irá pronto a conocer a los santos. Así que los alimentos concentrados proporcionan todo lo necesario pero sólo como complemento al forraje.
La cebada
La cebada es uno de los cereales que se incluye en la dieta habitual de los caballos domésticos. Sin embargo, como los demás cereales, tiene serios inconvenientes.
Los cereales son muy duros y difíciles de masticar y aún más de digerir. Por eso, los granos de cebada tienen que ser previamente prensados, machacados o laminados para que puedan resultar de utilidad a tu caballo.
El grano de cebada tiene un 73% de carbohidratos, un 8% de proteínas y es rico en sodio y en vitaminas A, B y K. Además, proporciona Calcio, Hierro, Potasio, Magnesio, Fósforo, Zinc, Manganeso y Selenio. Todo ello sería estupendo si no fuera por lo difícil que le resulta al aparato digestivo del caballo digerirlo.
Precisamente son los problemas digestivos que produce los que hacen que la proporción de cebada sea de las más bajas entre los cereales que componen el alimento concentrado.
¿Y si germinamos la cebada?
Bueno, si germinamos la cebada, todo cambia.
Lo primero que se modifica es la digestibilidad. El caballo no tiene ninguna dificultad ni en masticar ni en digerir la cebada germinada. Además, el contenido en fibra se multiplica. Ahora pasa a ser prácticamente un forraje.
Pero también aumentan considerablemente los nutrientes. El nivel de proteínas crece entre un 8% y un 14%. Pero además, a igual cantidad de proteína, la de la cebada germinada tiene un mayor índice de absorción en el intestino por lo que la producción de aminoácidos es mucho más alta. Uno de los aminoácidos que más aumenta es la lisina, que es fundamental en el crecimiento de caballos jóvenes.
En el proceso de germinación, el almidón del grano se transforma en maltosa, que es mucho más digestible. En general, el contenido energético de la cebada germinada aumenta un 80% en el total de nutrientes digestibles.
En este vídeo puedes ver cómo realizamos todo el proceso de germinado de la cebada en el Centro Hípico Prado Luis.
En el Centro Hípico Prado Luis producimos nuestra propia cebada germinada.
El proceso para la elaboración de la cebada germinada comienza dejando en remojo en agua durante 24 horas a los granos de cebada.
Al agua le añadimos un poco de cal, que actúa como desinfectante. Esa dosis de cal acaba con cualquier microorganismo indeseable que pudiera estar presente en el cereal y evita la posterior proliferación de hongos.
Tras pasar un día en agua, los granos de cebada se han hinchado y pasan a las bandejas. Éstas reciben lluvias cortas, pero muy frecuentes, a través de unos nini aspersores.
Entre cuatro y siete días más tarde, las bandejas tienen un tupido manto de tallos verdes de cebada y, bajo éstos, se entrelazan los suaves, dulces e hinchados granos con unas tiernas y deliciosas raíces.
Cuando los tallos han alcanzado la altura suficiente, se dividen las raciones y se distribuyen para cada caballo. De este modo, todos los caballos del centro hípico disfrutan diariamente de un delicioso aporte extra de nutrientes y un magnífico tentempié para aguantar hasta la siguiente comida.
LA INCIDENCIA DE LA CEBADA GERMINADA EN LA REDUCCIÓN SIGNIFICATIVA DE CÓLICOS
Un estudio realizado por el equipo veterinario de Javier Blanco y Asociados en el Centro Hípico Prado Luis, puso en evidencia los efectos de la inclusión de la cebada germinada en la dieta de los caballos en la drástica reducción del porcentaje de cólicos en la población de caballos que consumen este cereal germinado.
El estudio se publicó en la prestigiosa revista británica BEVA, Equine Veterinary Education y está a tu disposición el artículo en formato PDF haciendo clic en este botón:
Cómo se realizó el estudio.
El estudio se desarrolló en dos fases. La primera de ellas tuvo una duración de veintiún meses, desde mayo de 2014 hasta enero de 2016. También con la misma duración de veintiún meses, la segunda fase transcurrió desde mayo de 2016 hasta enero de 2018.
En ambos periodos, se estudió la población que vive permanentemente en el Centro Hípico Prado Luis, separada en dos grupos. El primero de ellos, lo forman los caballos que viven en el prado las 24 horas del día, todos los días. Por otro lado, el segundo grupo lo integraban los caballos que pasan las noches en sus cuadras.
También, durante las dos partes del estudio, se utilizaron los mismos piensos, de la misma marca y composición, y forrajes en ambos grupos de caballos. Pero fue en la segunda fase del estudio cuando se introdujo una dosis diaria de medio kilo de cebada germinada por cada 100 Kg de peso del caballo, para todos los animales.
En total, fueron 63 animales los que participaron en el estudio, 43 caballos y 15 yeguas.
Los resultados de incluir la cebada germinada en la dieta diaria.
En la primera fase del estudio, la incidencia media de cólicos fue de 18,1%, aunque mucho mayor en los caballos estabulados (24%) que en los que viven en libertad (5,4%).
Sin embargo, tras la inclusión de la cebada germinada en la dieta de todos los caballos, la incidencia de cólicos cayó en picado. De este modo, la media de cólicos en el segundo periodo fue de poco más del cinco por ciento. No obstante, lo más llamativo es que el porcentaje de cólicos en el grupo de caballos que viven en el prado, que era el más bajo, se mantuvo intacto (5,4%). Sin embargo, los caballos estabulados redujeron el riesgo de sufrir cólicos hasta una fantástica cifra de sólo el 5%, algo mejor incluso que la de los caballos que viven en libertad.
Lo que comen los caballos del Centro Hípico Prado Luis.
Como hemos visto, los caballos domésticos cubren sus necesidades de nutrientes con los alimentos concentrados. Los piensos compuestos están formulados para que no se produzcan carencias de ninguna clase.
En nuestras instalaciones, los caballos desayunan y cenan todos los días un pienso formulado para cubrir todas sus necesidades de carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales.
Sabemos, sin embargo, que estos piensos no pueden sustituir a los forrajes. Por este motivo, nosotros preferimos sin duda alguna las camas renovadas a diario con paja de cebada. Esta paja está siempre a disposición de los caballos para que puedan saciar su sensación de apetito y para que su aparato digestivo reciba la dosis de fibra y celulosa que precisa.
Pero todos los días, al mediodía, llega el momento más esperado, la ración de cebada germinada.
El resultado son caballos sanos, bien alimentados, fuertes y capaces de darte lo mejor.
Xavi Barrera
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Una auténtica maravilla para los caballos. Todo un acierto 100%
Debo decir que estamos encantados con la alimentación y cuidado de nuestros amigos equinos.
Estoy de acuerdo contigo, Heidi.
Es un lujo para nuestros caballos que todos los días puedan disfrutar de su ración de cebada germinda. Suele ocurrir que damos los actos cotidianos los consideramos normales. Pero el esfuerzo que ha hecho la hípica para poder proporcionar cebada germinada fresca a todos los caballos ha sido muy importante. Está claro que ha merecido la pena.